Para la artista Amalia Pereira (Caracas, 1972) la belleza no es cuestión de aptitud, sino de actitud. "Mis obras hablan de pilares floridos, mujeres que consiguen que la vida no se extinga: amigas, madres, amadoras y amantes. Hasta en los aprendizajes más duros, la belleza siempre está susurrándonos al lado", dice.
Y es que Pereira divide la figura femenina en piezas separadas entre las cuales juegan, coquetos, árboles y flores para crear collages inspirados en el exceso ornamental del arte barroco. Un lenguaje único que, unido a un encuentro temprano con la fotografía, han permitido a Pereira forjar un nombre en el arte contemporáneo venezolano.
La artista inaugura el sábado la exposición Retorno, una serie de collages en mediano formato que se presenta en los espacios expositivos de Sietealcubo, espacio concebido para dar soporte al diseño venezolano en términos de proyección, exhibición, venta, asesoría y experimentación para nuevos y consagrados diseñadores.
Una gama cromática basada en la naturaleza permite a Pereira contrastar en un mismo papel las formas dibujadas de recortes de figuras femeninas, superponiéndolas con escenas del trópico para crear un cosmos personal, donde la fotografía sella la composición de imágenes en construcciones figurativas a partir del collage.
Son muchos los artistas contemporáneos que utilizan el collage como técnica expresiva, aunque existen precedentes en el arte japonés del siglo XIV, los emblemas tribales africanos y el arte popular alemán. Su identidad plástica radica en la introducción de un elemento real, no pictórico, que cambia de significado al asociarse con otros elementos en la superficie de la imagen.
La proyección artística de Amalia Pereira comenzó hace cinco años, cuando mostró sus primeros collages en el formato de píxeles que lidera la galería GBGArts. Posteriormente, ha mostrado su trabajo en Estados Unidos, Hungría y España, participando en numerosas colectivas e individuales.
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