Diez años después del lanzamiento del primer iPhone, Apple quiere seducir a sus fans y hoy miles de personas en todo el
mundo hicieron cola durante horas ante sus tiendas para ser los primeros
en comprar el nuevo teléfono el iPhone X.
Las tiendas de Apple en Ciudad de México, Madrid, Los Ángeles, Tokio,
Moscú o Pekín acogieron a los aficionados dispuestos a pasar la noche a
la intemperie para llevarse un iPhone X, un dispositivo de elevado
precio (999 dólares en EE.UU.) y que, como novedades más destacadas,
amplía la pantalla táctil hasta suprimir los marcos, elimina el botón de
inicio y dispone de reconocimiento facial.
En The Grove, uno de los centros comerciales más populares de Los Ángeles, unas doscientas personas armadas con sillas, mantas y café rodeaban a primera hora del día una manzana cercana a la tienda de Apple.
Mientras los operarios del recinto instalaban adornos navideños y Frank Sinatra sonaba por los altavoces del centro comercial, los empleados de Apple apuraban los últimos minutos para limpiar los cristales del establecimiento y para que todo estuviera impecable.
Los más hábiles fueron quienes tenían una reserva previa, que así evitaron hacer cola y tenían garantizado llevarse un iPhone X puesto que, debido a la gran demanda y escasez de los dispositivos, Apple ya advirtió en días previos que las unidades disponibles eran hoy limitadas.
También en Madrid se dejó sentir la "fiebre" por el nuevo móvil de Apple, ya que cerca de 400 personas hicieron cola en Puerta del Sol con el único objetivo de llevarse bajo el brazo el iPhone X.
Las mismas escenas se vivieron en Tokio, donde 2.000 personas aguardaron hoy a las puertas de la tienda de Apple en el distrito comercial de Omotesando para conseguir el terminal.
En The Grove, uno de los centros comerciales más populares de Los Ángeles, unas doscientas personas armadas con sillas, mantas y café rodeaban a primera hora del día una manzana cercana a la tienda de Apple.
Mientras los operarios del recinto instalaban adornos navideños y Frank Sinatra sonaba por los altavoces del centro comercial, los empleados de Apple apuraban los últimos minutos para limpiar los cristales del establecimiento y para que todo estuviera impecable.
Los más hábiles fueron quienes tenían una reserva previa, que así evitaron hacer cola y tenían garantizado llevarse un iPhone X puesto que, debido a la gran demanda y escasez de los dispositivos, Apple ya advirtió en días previos que las unidades disponibles eran hoy limitadas.
También en Madrid se dejó sentir la "fiebre" por el nuevo móvil de Apple, ya que cerca de 400 personas hicieron cola en Puerta del Sol con el único objetivo de llevarse bajo el brazo el iPhone X.
Las mismas escenas se vivieron en Tokio, donde 2.000 personas aguardaron hoy a las puertas de la tienda de Apple en el distrito comercial de Omotesando para conseguir el terminal.
El primero en hacerse ahí con el iPhone X fue un estudiante universitario de 21 años, quien consideró clave el rediseño íntegro del móvil, "algo que no había sucedido en modelos del iPhone por un tiempo", apuntó en declaraciones a la agencia Kyodo.
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